sábado, 14 de marzo de 2009







Como su nombre lo indica, los duelos... duelen. Y no se puede evitar que duela.
Quiero decir, el hecho concreto de pensar que voy hacia algo mejor que aquello que dejé es muchas veces, un excelente premio consuelo, que de alguna manera compensa con la alegría de esto que vivo, el dolor que causa lo perdido. Pero atención: Compensa pero no Evita
Aplaca pero no Cancela
Anima a seguir pero no Anula la pena.

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