Me convencías de todo, me transmitías confianza. De todo eso que era tuyo, ya no te queda nada. Ya no sobran como antes las ganas de abrazarte, ya no sobran como antes las ganas de mirarte, ni de abrazarte, ni de mirarte. Y no mostraste nada y no cambiaste nada, ya no te brilla nada, ya no te queda nada.
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